El Gobierno subvenciona con 46.424 euros la construcción de un lucernario para el Monasterio Cisterciense de San Ildefonso (Teror)
El edificio se encuentra enclavado en pleno casco urbano de la villa
La Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias ha concedido una subvención de 46.424 euros al monasterio cisterciense de San Ildefonso de la villa de Teror para la realización de un lucernario en el patio interior del edificio. La petición de la obra fue realizada por la abadesa del monasterio, Ofelia Naranjo Domínguez. "La finalidad de este proyecto es cubrir el patio interior del monasterio, con la intención de proteger y conservar los materiales existentes, como elemento unificador del conjunto del edificio", destacó la Milagros Luis Brito, responsable del departamento educativo canario. "El reseñado monasterio -explica la consejera- se encuentra situado en una de las zonas más significativas de la trama urbana de la Villa de Teror, dominando desde su altura tanto su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, como la propia basílica de Nuestra Señora del Pino, declarada también Monumento".
La construcción de monasterio cisterciense de Teror tiene sus más remotos orígenes en la época de la desamortización eclesiástica, en la segunda mitad del s. XIX, cuando las monjas bernardas establecidas en Las Palmas de Gran Canaria fueron obligadas a abandonar el convento de San Ildefonso y trasladadas a Tenerife, hasta que ayudadas por el obispo Pozuelo regresaron a Gran Canaria en 1880 y se establecieron en el Palacio Episcopal de Teror.
En 1882 comenzaría la construcción del convento situado en la zona conocida como "Cercado de los Castaños", promovida por el párroco Judas A. Dávila. En 1888 finalizó la construcción del edificio gracias a la colaboración de los terorenses, y en noviembre de ese año se trasladó la comunidad de monjas bernardas desde el Palacio Episcopal hasta su definitivo asentamiento. La estructura del edificio está concebida en función de su finalidad monacal de clausura rigurosa y vida contemplativa. De gran sobriedad en sus elementos decorativos, el edificio se compone de tres cuerpos principales: la iglesia
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